Un nuevo estudio pone de manifiesto la importancia de la actividad física para mejorar notablemente la salud en personas con problemas de sobrepeso.
Es una sensación desagradable. Los calambres pueden definirse como una contracción continua, evidentemente involuntaria, dolorosa y localizada en un músculo o en determinadas fibras musculares durante un esfuerzo físico. Y es un problema que perfectamente puede arruinar una sesión de entrenamiento o esa competición a la que has dedicado tanto tiempo y esfuerzo.
Quienes los hemos sufrido sabemos perfectamente de lo que hablamos y, a pesar de que a los pocos segundos o minutos tiende a desaparecer, se trata de algo que puede ser recurrente y que además puede dejarse notar durante algunas horas o incluso días.
Además, su origen no está del todo claro ya que entre los factores que pueden explicar su aparición pueden mencionarse la deshidratación, la fatiga muscular y el descanso inadecuado. Al menos eso es lo que concluye una investigación publicada en The Journal of Athletic Training, aunque los investigadores no terminan de comprender totalmente los mecanismos que los desencadenan y por qué afectan a unos deportistas y a otros no.
Y paradójicamente parece que el problema no hay que buscarlo en el músculo en sí, sino más bien en el nervio y a una alteración del equilibrio entre la excitación y la relajación de la fibra muscular. De ahí que se hable de hiperexcitabilidad nerviosa.
Cómo prevenir su aparición
En cualquier caso, nunca podemos descartar plenamente que vayan a hacer acto de presencia durante el ejercicio o inmediatamente después. Lo que sí podemos es tratar de prevenir su aparición. En lo que se refiere estrictamente al ejercicio físico, calentar adecuadamente para decirle al músculo que va a entrar en acción y estirar a la finalización del mismo son técnicas que nunca están de más.
Pero también hay que tener en cuenta otras estrategias que deben ser tenidas en cuenta, como comparte Isaac Tarin, entrenador personal y gerente en Soifit-Centro de Salud Integral, ubicado en Valencia, que destaca principalmente tres:
- Favorecer una buena recuperación del glucógeno muscular y asegurar un correcto aporte de carbohidratos y energía, antes, durante si necesario, y después de la práctica deportiva.
- Hidratarnos adecuadamente, considerando tanto el equilibrio en líquidos como en electrolitos y minerales, también dentro y fuera el ejercicio.
- Respetar una correcta higiene del descanso y gestión del estrés para no condicionar a la fatiga neuromuscular. Debemos recordar que cualquier estresor físico o mental aumenta la probabilidad de calambre.
“Además, aunque todavía sigue en estudio, los alimentos de sabor intenso picante, ácido o amargo como el pimiento o el jugo de pepinillo en vinagre podrían ayudar. Las moléculas presentes activarían el canal de iones, ejerciendo su función en receptores del sistema digestivo y reduciendo su actividad en neuronas motoras implicadas en el músculo afectado, por lo que podría haber una disminución o reversión de la problemática”, concluye el experto, que también es miembro de Top Doctors.
Qué dice la ciencia
Como bien señala Tarin es una cuestión que sigue estudiándose y la realidad es que la ciencia no termina de ponerse de acuerdo. Por ejemplo, en relación al jugo de pepinillo, una investigación publicada en Medicine and Science in Sports and Exercise, respalda su efectividad, aunque la explicación es curiosa.
“El zumo de pepinillos inhibe los calambres musculares inducidos eléctricamente en humanos hipohidratados. Este efecto no puede explicarse por la rápida restauración de los fluidos o electrolitos corporales. Sospechamos que la rápida inhibición de los calambres inducidos eléctricamente es causa de un reflejo mediado neuralmente que se origina en la región orofaríngea y actúa inhibiendo el disparo de las motoneuronas alfa del músculo que sufre los calambres”, concluyen los investigadores. Es decir, no es la composición sino el sabor lo que provoca una distracción en el cerebro que corta de raíz el problema.
Sin embargo, otro estudio publicado en Apllied Science, no observa ninguna diferencia en la duración de los calambres ni en las molestias percibidas en los sujetos, pocos eso sí, que tomaron el jugo de los pepinillos frente a agua.
Qué hacer si aparecen
En cualquier caso, aparte de los remedios más o menos milagrosos, lo que está claro es que una preparación física adecuada, una nutrición acorde al objetivo, una buena hidratación y el pertinente descanso deberían figurar entre los aspectos a cuidar para prevenir la aparición de calambres.
Y si se presentan pues lo recomendable sería estirar durante 15 o 30 segundos, y repetir la acción si no cesa. Después, es aconsejable la colocación de calor local en la zona y, en última instancia, no continuar con el ejercicio.
ÁLVARO PIQUERAS
Álvaro Piqueras es experto en deportes y en el último lustro se ha especializado en fitness, nutrición y otros temas de salud. Trata de mantenerse al día en lo que se refiere a nuevas investigaciones y tendencias de los campos que domina para poder compartir con rigor la rutina de entrenamiento que puede inspirar un cambio en tus hábitos, las propiedades de los alimentos que deberían formar parte de tu dieta o los hallazgos científicos que pueden mejorar el bienestar físico y mental de personas como tú.
Comenzó su trayectoria en medios locales y regionales de la tierra de Don Quijote, concretamente en Albacete. De ahí dio el salto a medios de ámbito nacional tras un enriquecedor paso por una maravillosa agencia de publicidad independiente con nombre de canción de los Beatles (GettingBetter), aunque siempre mantuvo intacta su vocación periodística.
De ahí que persiguiera su sueño de trabajar para alguno de los principales grupos editoriales del país como Prisa, Vocento y ahora también Hearst. Quizá le hayas leído en la versión digital del Diario As, abordando infinidad de temáticas, o en ABC y otras cabeceras y revistas del grupo elaborando reportajes de branded content para grandes marcas, multinacionales e instituciones. Y si no has tenido la ocasión, este es el momento de hacerlo en Men’s Health y Runner’s World.
Como no podía ser de otra forma, confiesa ser un amante de la práctica deportiva y desde muy pequeño ha probado con disciplinas tan dispares como atletismo, fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo o natación. Unas veces sintiendo la adrenalina de la competición, y otras simplemente disfrutando de los beneficios de la actividad física. Ahora le ha dado por los ejercicios funcionales y el boxeo porque tiene la certeza de que el saco es incapaz de devolverle los golpes.
Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Alicante, también posee formación específica en gestión y dirección de RRSS, planificación estratégica y diseño gráfico. Últimamente se ha adentrado en el universo de la inteligencia artificial generativa aplicada al periodismo, pero jura y perjura que no la emplea profesionalmente porque, entre otras consideraciones, sigue disfrutando de cada palabra que escribe tras 20 años de experiencia en el sector de la comunicación.