El cuidado de la piel cuando se hace ejercicio y los niveles de sudoración son elevados es un aspecto fundamental para evitar problemas cutáneos y subcutáneos de diversa índole.
Cuando decidimos salir a correr o a dar un paseo con un ritmo intenso y pensamos en la prevención del riesgo de sufrir algún tipo de lesión o problemas derivados de la práctica de ejercicio, lo normal es pensar en calambres, esguinces, agujetas o contusiones. Pero pocas veces se nos pasa por la cabeza que pueda haber un impacto real en la pielmás allá de entrenar en las horas con mayor exposición al sol.
Pero lo cierto es que es un factor a tener en cuenta. La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y sirve de protector y barrera de entrada para los microbios del entorno. La conservación y la mejora de la salud de la piel para minimizar el impacto perjudicial de los microbios es un campo de estudio emergente.
Un perfil de piel sana puede definirse por su nivel de humedad y grasa, elasticidad, número de poros y distribución del sebo. La humedad y la grasa inadecuadas pueden afectar negativamente a la salud de la piel y provocar acné. Además, los poros y el sebo excesivamente dilatados pueden afectar negativamente a la salud de la piel, si no se tratan. Los problemas cutáneos y subcutáneos pueden manifestarse en la epidermis de la piel en forma del mencionado acné, puntos negros, puntos blancos, granos, pápulas, pústulas y quistes o nódulos.
No obstante, sabemos que existen varios métodos eficaces para preservar la salud de la piel. De siete a nueve horas de sueño, una nutrición equilibrada, una buena composición del microbioma, el mantenimiento de un régimen de cuidado de la piel e incluso el propio ejercicio pueden mejorar su estado.
En este este sentido, el deporte induce varios cambios fisiológicos y térmicos que provocan variaciones en la homeostasis térmica del cuerpo, la tasa metabólica y un aumento del calor interno que se traduce en cambios en el estado de la piel. Y el aumento de la temperatura interna de aproximadamente dos décimas de grado por encima de los 37 °C redirigirá el flujo sanguíneo a la piel en un intento de permitir el intercambio de calor con el entorno.
Además, a medida que nuestra piel regula la temperatura interna mediante la transpiración los poros se dilatan para descargar residuos y sebo. Si estos residuos en la superficie de la piel no se tratan, pueden proliferar, lo que puede crear problemas cutáneos agudos y crónicos.
Debido a nuestro ritmo de vida, en muchas ocasiones nos vemos obligados a hacer ejercicio inmediatamente después de nuestra jornada laboral lo que hace que sea inviable cuidar aspectos como una adecuada limpieza cutánea por haber usado maquilla o determinados tipos de cremas. También hay quien lo hace por una mera cuestión de costumbre o estética y, lamentablemente, la aplicación de maquillaje facial, como la crema de base cosmética, puede obstruir los poros y tener efectos nocivos para la piel.
El estudio que zanja la cuestión
Precisamente para comprobar si este hecho puede estar afectando negativamente a la salud de la piel, un trabajo publicado en Journal of Cosmetic Dermatology revela los efectos que tiene sobre la piel y sus poros llevar una base de maquillaje durante el ejercicio aeróbico.
En el estudio participaron 43 estudiantes universitarios sanos (20 hombres y 23 mujeres) a los que se les aplicó crema de base de maquillaje en la mitad de la cara, en dos zonas diferentes (frente y parte superior de las mejillas), mientras que la otra mitad de la cara sirvió de control.
Prueba a varios ritmos
Los participantes realizaron un ejercicio moderado utilizando una cinta de correr durante 20 minutos tras la comprobar el estado de la piel y la aplicación de la crema cosmética de base. El ejercicio consistió en un calentamiento de 5 minutos a una velocidad de 5 km/h, 10 minutos a una velocidad de 6 km/h y 5 minutos a una velocidad de 8 km/h para alcanzar una intensidad de aproximadamente el 50%-70% de la frecuencia cardiaca máxima (FCmáx). La temperatura se mantuvo entre 20 y 25 °C, con una humedad relativa del 45%-55%.
Tras analizar los datos, los investigadores comprobaron que la hidratación aumentó después del ejercicio tanto en las zonas no maquilladas como en las maquilladas; sin embargo, hubo un mayor aumento de la hidratación en las zonas maquilladas. Esto puede deberse a que el maquillaje impide que la humedad se evapore de la piel. La elasticidad de la piel aumentó tras el ejercicio, pero en mayor medida en las zonas maquilladas que en las no maquilladas.
El tamaño de los poros aumentó en la piel sin maquillaje después del ejercicio, pero no de forma significativa en la piel con maquillaje. Esto puede indicar que el uso de maquillaje puede obstruir los poros. De igual forma, el nivel de grasa aumentó en las zonas no maquilladas y disminuyó en las maquilladas, lo que indica que puede ser difícil mantener los niveles adecuados de grasa en la piel cuando se lleva maquillaje.
La (lógica) conclusión
Los datos recabados permiten concluir que el uso de maquillaje o determinados tipos de cremas durante el ejercicio aeróbico puede reducir la grasa de la piel, provocando sequedad. Además, el maquillaje puede obstruir los poros y aumentar la producción de sebo. Por lo tanto, según los resultados de este estudio, no se recomienda el uso de maquillaje, sobre todo, a las personas con piel seca.
Así pues, conviene limpiar bien la piel antes e incluso después de hacer ejercicio. Además de que la dilatación de los poros ayuda a eliminar toxinas, su obstrucción puede provocar problemas como los mencionados con anterioridad. En caso de que el ejercicio se produzca con una elevada exposición al sol, evidentemente el uso de protección es obligatorio. Para todo lo demás, como suele decirse, es mejor tener la piel limpia.
ÁLVARO PIQUERAS
Álvaro Piqueras es experto en deportes y en el último lustro se ha especializado en fitness, nutrición y otros temas de salud. Trata de mantenerse al día en lo que se refiere a nuevas investigaciones y tendencias de los campos que domina para poder compartir con rigor la rutina de entrenamiento que puede inspirar un cambio en tus hábitos, las propiedades de los alimentos que deberían formar parte de tu dieta o los hallazgos científicos que pueden mejorar el bienestar físico y mental de personas como tú.
Comenzó su trayectoria en medios locales y regionales de la tierra de Don Quijote, concretamente en Albacete. De ahí dio el salto a medios de ámbito nacional tras un enriquecedor paso por una maravillosa agencia de publicidad independiente con nombre de canción de los Beatles (GettingBetter), aunque siempre mantuvo intacta su vocación periodística.
De ahí que persiguiera su sueño de trabajar para alguno de los principales grupos editoriales del país como Prisa, Vocento y ahora también Hearst. Quizá le hayas leído en la versión digital del Diario As, abordando infinidad de temáticas, o en ABC y otras cabeceras y revistas del grupo elaborando reportajes de branded content para grandes marcas, multinacionales e instituciones. Y si no has tenido la ocasión, este es el momento de hacerlo en Men’s Health y Runner’s World.
Como no podía ser de otra forma, confiesa ser un amante de la práctica deportiva y desde muy pequeño ha probado con disciplinas tan dispares como atletismo, fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo o natación. Unas veces sintiendo la adrenalina de la competición, y otras simplemente disfrutando de los beneficios de la actividad física. Ahora le ha dado por los ejercicios funcionales y el boxeo porque tiene la certeza de que el saco es incapaz de devolverle los golpes.
Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Alicante, también posee formación específica en gestión y dirección de RRSS, planificación estratégica y diseño gráfico. Últimamente se ha adentrado en el universo de la inteligencia artificial generativa aplicada al periodismo, pero jura y perjura que no la emplea profesionalmente porque, entre otras consideraciones, sigue disfrutando de cada palabra que escribe tras 20 años de experiencia en el sector de la comunicación.