Un nuevo estudio pone de manifiesto la importancia de la actividad física para mejorar notablemente la salud en personas con problemas de sobrepeso.
Desde hace tiempo existe una especial preocupación en la comunidad científica por ofrecer investigaciones y análisis de datos cada vez más concretos y específicos. Por ejemplo, en el terreno de la actividad física, más allá de los beneficios generales para la salud, existe un enorme interés por el análisis de los pequeños detalles y de aquellos factores que pueden desempeñar un papel fundamental en la ecuación. Como el momento de hacer ejercicio.
Pero sucede que, por mucho que se empeñe la ciencia en organizarnos la vida, la realidad es tozuda y para muchos, debido a su ritmo de vida y a las obligaciones diarias, el mejor momento para hacer ejercicio no es ni más ni menos que cuando se puede. Y el hecho de hacer ejercicio independientemente de cuándo se produzca ya es un gran triunfo porque lo verdaderamente importante es moverse.
Ahora bien, tampoco vamos a menospreciar que alguien se tome mucho interés, un equipo de investigadores de la Universidad de Sidney en este caso, en aconsejarnos determinadas estrategias que pueden ser efectivas para velar por la salud, que están centradas en la pérdida de peso o el control de la glucosa en sangre y que, en última instancia, pueden reducir el riesgo de muerte.
La mejor hora para el cardio
Y es que, un reciente trabajo dirigido por investigadores del Centro Charles Perkins de la institución académica australiana, publicado en la revista Diabetes Care, sugiere que realizar la mayor parte de la actividad física diaria por la tarde aporta los mayores beneficios para la salud de las personas obesas. Las conclusiones del trabajo son la consecuencia del seguimiento de 30.000 personas mayores de 40 años durante casi 8 años.
En concreto, utilizando datos de dispositivos portátiles para clasificar la actividad física de los participantes por la mañana, la tarde o la noche, los investigadores descubrieron que quienes realizaban la mayor parte de su actividad física aeróbica de moderada a intensa -la que eleva nuestro ritmo cardíaco y nos hace perder el aliento- entre las 18h y la medianoche tenían el menor riesgo de muerte prematura y de muerte por enfermedad cardiovascular.
«El ejercicio no es en absoluto la única solución a la crisis de obesidad, pero esta investigación sugiere que las personas que pueden planificarsu actividad en determinados momentos del día pueden contrarrestar mejor algunos de estos riesgos para la salud”, afirma el Dr. Angelo Sabag, profesor de Fisiología del Ejercicio en la Universidad de Sydney.
La importancia de las sesiones cortas
Otra de las conclusiones del trabajo se refiere a que la frecuencia con la que las personas realizaban actividad física de moderada a intensa por la tarde, medida en sesiones cortas de hasta tres minutos o más, también parecía ser más importante que la cantidad total de actividad física diaria.
«No discriminamos el tipo de actividad que seguíamos, podía ser cualquier cosa, desde caminar hasta subir escaleras, pero también podía incluir ejercicios estructurados como correr, trabajos ocupacionales o incluso limpiar enérgicamente la casa», asegura por su parte el Dr. Ahmadi, investigador postdoctoral de la Fundación Nacional del Corazón en el Centro Charles Perkins de la Universidad de Sydney.
Aunque de carácter observacional, los resultados del estudio respaldan la hipótesis original de los autores, que se basa en investigaciones anteriores. Y es que, la gran cantidad de datos de los participantes en este estudio, el uso de medidas objetivas de la actividad física y los resultados concretos, como la muerte prematura, hacen que estos hallazgos sean significativos.
En este sentido, las personas con diabetes u obesidad que ya presentan intolerancia a la glucosa por la noche pueden compensar parte de esa intolerancia y las complicaciones asociadas realizando actividad física por la tarde, y pueden beneficiarse también de una notable pérdida de peso.
«Aunque tenemos que seguir investigando para establecer vínculos causales, este estudio sugiere que el momento de la actividad físicapodría ser una parte importante de las recomendaciones para el futuro control de la obesidad y la diabetes de tipo 2, y de la atención sanitaria preventiva en general, concluye el profesor Emmanuel Stamatakis, director del Centro Mackenzie de Investigación sobre Dispositivos del Centro Charles Perkins.
Lo más determinante es moverse
Así pues, si la vorágine del día a día no te lo impide, puedes probar a hacer tu habitual rutina de ejercicio a partir de las 18h si el objetivo es perder peso y mantener los niveles de glucosa en sangre bajo control de manera más eficaz. Y si estás pensando en abandonar el sedentarismo, puede que ese horario también se adapte a tus circunstancias.
En cualquier caso, como mencionábamos al principio, lo más determinante es empezar y no obsesionarse. Crear adherencia al ejercicio físico y a una dieta saludable debería ser la principal preocupación de todos nosotros más allá de si podemos cumplir con un régimen de actividad física por la mañana, por la tarde o por la noche.
Si logramos caminar o correr un mínimo de 30 minutos al día ya estaremos cumpliendo las recomendaciones mínimas de instituciones como la Organización Mundial de la Salud. Y a partir de ahí podemos seguir progresando. E incluso las pequeñas píldoras de actividad son efectivas. Merece la pena.
ÁLVARO PIQUERAS
Álvaro Piqueras es experto en deportes y en el último lustro se ha especializado en fitness, nutrición y otros temas de salud. Trata de mantenerse al día en lo que se refiere a nuevas investigaciones y tendencias de los campos que domina para poder compartir con rigor la rutina de entrenamiento que puede inspirar un cambio en tus hábitos, las propiedades de los alimentos que deberían formar parte de tu dieta o los hallazgos científicos que pueden mejorar el bienestar físico y mental de personas como tú.
Comenzó su trayectoria en medios locales y regionales de la tierra de Don Quijote, concretamente en Albacete. De ahí dio el salto a medios de ámbito nacional tras un enriquecedor paso por una maravillosa agencia de publicidad independiente con nombre de canción de los Beatles (GettingBetter), aunque siempre mantuvo intacta su vocación periodística.
De ahí que persiguiera su sueño de trabajar para alguno de los principales grupos editoriales del país como Prisa, Vocento y ahora también Hearst. Quizá le hayas leído en la versión digital del Diario As, abordando infinidad de temáticas, o en ABC y otras cabeceras y revistas del grupo elaborando reportajes de branded content para grandes marcas, multinacionales e instituciones. Y si no has tenido la ocasión, este es el momento de hacerlo en Men’s Health y Runner’s World.
Como no podía ser de otra forma, confiesa ser un amante de la práctica deportiva y desde muy pequeño ha probado con disciplinas tan dispares como atletismo, fútbol, baloncesto, tenis, ciclismo o natación. Unas veces sintiendo la adrenalina de la competición, y otras simplemente disfrutando de los beneficios de la actividad física. Ahora le ha dado por los ejercicios funcionales y el boxeo porque tiene la certeza de que el saco es incapaz de devolverle los golpes.
Licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Alicante, también posee formación específica en gestión y dirección de RRSS, planificación estratégica y diseño gráfico. Últimamente se ha adentrado en el universo de la inteligencia artificial generativa aplicada al periodismo, pero jura y perjura que no la emplea profesionalmente porque, entre otras consideraciones, sigue disfrutando de cada palabra que escribe tras 20 años de experiencia en el sector de la comunicación.